martes, 11 de diciembre de 2018



Está sentado en el banquillo, casi 30 años después de que ocurrieran los hechos. Sonríe ante las fotos y, con sus 85 años a cuestas, goza de una salud envidiable para su edad. En el TOF4 de San Martín arranca el juicio por uno de los desaparecidos de La Tablada, José Díaz, quien se entregó con vida y nunca más se supo de él. Ahora, el ex General Alfredo Arrillaga es juzgado por ser el máximo responsable del operativo militar que torturó, asesinó y desapareció a integrantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP). Corrían los últimos tiempos del debilitado gobierno de Raúl Alfonsín, que dejó cometer los horrores que la Argentina ya había vivido apenas años atrás.

Foto: Arrillaga (a la izq.) junto al defensor oficial, Hernán Silva

El defensor público que tiene a su lado, es casi tan despreciable como él. Dirá que han caducado los plazos, pedirá la nulidad de algunas pruebas, intentará demorar todo el proceso. Se apoya para eso en la Constitución y las garantías que nos ofrece, así como también en los derechos que nos brinda la democracia. Todos aquellos que el imputado vulneró como jefe militar en su accionar los días 23 y 24 de enero de 1989.
Algo del horror de aquellos días se vive en las audiencias que tienen lugar en el TOF4, cada vez que un testigo cuenta lo que allí vivió. Estar en esta sala es también sensibilizarse con un relato desgarrado de una vivencia de hace 30 años que aún permanece oculta. Son historias que quizás leímos en algún libro,
 o en una revista o página compañera, o nos contaron en algún ámbito militante. Pero que el Estado argentino ha decidido mantener en las sombras, en estos 35 años transcurridos de esta todavía débil democracia.
Hoy, estar ante este tribunal, significa poder contar tantas atrocidades que serán por primera vez juzgadas. Escucharlas nos hace parte de este colectivo de familiares, amigas/os y militantes que buscan justicia. Nos obliga a contar, a su vez, a todas y todos a quienes conocemos, esta verdad desconocida, tergiversada por un sinfín de rumores y operaciones que han embarrado la cancha cada vez que se intenta hablar del copamiento de La Tablada.
Este juicio nos hace volver a ver las imágenes que muestran la rendición de José Díaz e Iván Ruiz, quienes aún se encuentran desaparecidos. Pocas veces el trabajo periodístico resultó tan fundamental en la búsqueda de justicia. Esas imágenes hoy nos siguen interpelando con una crudeza inaudita, ante esas vidas cercenadas por el odio y la impunidad de quienes se creían una vez más dueños de la muerte.
A casi 30 años de aquella trágica toma, es hora ya de que el Poder Judicial juzgue con dureza aquellas atrocidades, y permita a familiares, amigues y militantes, comenzar a tener algo parecido a justicia, así como avanzar en la investigación por las violaciones a los derechos humanos y desaparición de los cuatro: Iván Ruíz, Carlos Samojedny, Pancho Provenzano y José Díaz.  Es tiempo también de que como Pueblo no dejemos en el olvido a quienes creyendo realizar un aporte fundamental para nuestra Patria, dieron todo cuanto tenían: sus vidas.

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